Gummo

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Mar Boy.

Título Original: Gummo
Nacionalidad: USA
Año: 1997
Género: Drama
Duración: 89 min.
Director: Harmony Korine
Guión: Harmony Korine
Música: Randall Poster
Fotografía: Jean-Yves Escoffier
Producción: Fine Line Features, Independent Pictures Distribuidora: Metropolitan FilmExport


Critica

Puedo decir sin ningún tipo de duda que es una de las películas más extrañas, paranoicas y rompedoras que he visto en mi vida.
Simplemente mirando la firma de su director, el temido Harmony Korine, podemos hacernos una idea de por dónde van los tiros.
Muchos se preguntarán... ¿quién diablos es ese personaje? Bien, pues por estos lugares no es demasiado conocido, y los que lo conocen bien, generalmente se mueven por el submundo del Cine Underground, un cine poco accesible para gran parte del público, y, en ocasiones, muy poco reconocido. Desde luego, se han dado casos que, con un presupuesto ínfimo se han sacado Obras Maestras que nunca se olvidarán, pero que tampoco llegarán a ser éxitos mastodónticos. La obra que describiré en ésta crítica no creo que sea una genialidad en todos los sentidos, pero sí que me parece que está dirigida con una gran maestría y, ante todo, con fundamentos totalmente inesperados y que rompen con todos los tópicos de gran parte del cine "americano".
Harmony Korine, un chico con una infancia bastante diferente y solitaria, nacido en Bolinas (California) en 1974 y criado desde un comienzo en Nashville, se rodeó desde sus primerísimos años de un entorno bastante interesado por la cultura, por el teatro y por los grandes clásicos del Cine.
Hijo de un realizador de documentales, Sol Korine, ahondó de una manera especial en el mundo del Séptimo Arte, siempre interesado por la sutilidad de sus imágenes. Hoy en día, esa cuestión, en su tipo de cine, puede resultar chocante e incluso paradójica, pero tiene muchos nexos en común, aunque aparentemente no lo parezca.
En un principio, se dedicó a estudiar Inglés en la "Universidad de Nueva York" para después enfocar todo su interés en el skateboard profesional. Y fue, precisamente, un día que Korine estaba patinando con unos amigos, el día que comenzó a adentrarse en el difícil mundo del celuloide. En ese momento, tras encontrarse con un fotógrafo casualmente, le mostró varias ideas que tenía escritas y el fotógrafo, impresionado, decidió continuar con su borrador.
Así surgió "Kids", dirigida por otro rompedor del género, Larry Clark. El guión fue escrito por nuestro gran amigo Harmony Korine, comenzando un ascenso bastante interesante que no terminaría ahí.
Tras ese golpe que supuso la original y arrasadora (desde todos los puntos de vista) "Kids", su guionista nos brinda su obra más transgresora, ya como director de la misma.
Se trata de "Gummo", que ve la luz en 1997 y, amén de crear todo tipo de opiniones confrontadas, es la película que comenzaré a destripar.
Muchos críticos la calificaron en su día de una Obra de Arte dirigida con una maestría y sutilidad pocas veces vista. Sin embargo, por otros derroteros, surgían verdaderos mazazos, hasta el punto de calificarlo como una de los filmes más desastrosos del año. A mí me impactó, mucho, sobremanera.
La sensación que tuve tras ver esta peli fue un desconcierto absoluto. Mientras tanto, frente a mis ojos pasaban escenas de lo más salvaje que he tenido ocasión de ver.
Siendo una de las primeras obras estadounidenses que se subían al carro del movimiento DOGMA europeo del inefable Lars Von Trier, tenemos una película rodada de forma absolutamente desenfadada y, en ocasiones, chapucera (hay varias escenas sin duda improvisadas, o descontroladas, no sabría ni cómo calificarlas).
Por ello, al visionarla tienes la impresión de estar viendo un documental repleto de freaks, más que una película de Cine.
Así, la primera forma de calificar este tipo de cine que me vino a la mente fue la de "Cine Destructivo".
Destructivo por la impresionante y brutal BSO, que pocas películas se atreven a añadir como tal. Aunque, conociendo las preferencias del propio director, no resulta extraño que bandas de Black Metal como Absu o Bathory se encuentren acompañando a las imágenes. Asimismo, podemos encontrar otros grupos de Grind y Brutal Death como los míticos Mortician o los misteriosos Brujería. Toda una delicia si eres amante de este género musical.
Destructivo por los monstruitos que adquieren el papel de protagonistas, como comentaba anteriormente. Actores que no son más que una pandilla de freaks totalmente desconocidos (salvo la controvertida Chloë Sevigny), como no podía ser de otra manera. Pero la elección de Harmony no es algo casual, se puede transparentar claramente su pretensión a la hora de elegir a esos personajes tan extraños y peculiares.
Los dos principales son unos niños absolutamente irregulares y deformes que, tras ser maltratados por sus padres, adquieren una personalidad un tanto prohibitiva.
También tenemos a las dos hermanas rubias cuya única pasión es encerrarse en su habitación y saltar como posesas sobre la cama.
Sin olvidarnos del niño disfrazado de conejo, ridiculizado y asqueroso hasta límites insospechados.
Toda esta gama de elementos dotan al film de una especie de aureola de irrealidad, una ciudad y un entorno de lo más insano que se pueda uno imaginar. Pero, al mismo tiempo, está en contacto con una realidad totalmente criticable y con unos hábitos cada vez más decadentes. Así, la acción se desarrolla en un poblado que, tras ser azotado por un desastroso tornado, es incapaz de recuperar una vida minimamente digna, y se niega a morir a pesar de vivir en unas condiciones infrahumanas y sin ningún recurso económico ni social. Las consecuencias psicológicas se hacen notar en unos protagonistas con un pasado de violentos maltratos y con esa dolorosa experiencia de haberlo perdido todo tras un ciclón. El pensamiento de negación de realidad se torna en forma de vida rutinaria.
Destructivo por esa sensación de desasosiego, de tener la impresión de no saber qué hacer con la vida de uno y tirarla por la borda, acercándose hacia unos derroteros de lo más escabrosos.
Por ello, la vida de estos macabros, descerebrados, retrasados y pobres habitantes se reduce a las persecuciones violentas, a la prostitución, a un mundo gay descontrolado (la frase "¡quiero tener un lío con un enano negro y gay!" pasará a los anales de la historia cinematográfica) y a la caza y captura de gatos.
El único sentido en la vida de estos chicos, desatendidos de forma espantosa por sus padres, es el de esnifar pegamento, aburrirse y buscar quehaceres absurdos y violentos.
Desde luego, la conducta de todos los personajes a lo largo del film es de lo más extraño, insano y esquizoide. Creerás volverte loco en más de una ocasión y te harás más de una vez ésta pregunta: ¿Qué hago viendo una cosa como ésta? ¿Al verla estaré tan loco como ese atajo de esperpentos?.
Aún así, es un experimento muy interesante y una idea de lo más original que te puedes encontrar, eso no lo dudes. Mucha gente lo califica como Cine Futurista. Yo sólo digo que es una obra totalmente traumática y transgresora. Nunca habrás visto nada semejante, te lo puedo asegurar.
Si te gustan las ideas rompedoras y con bastante talento, te gustará. Eso sí, no es una película apta para todos los públicos. Mentes conservadoras y puritanas mejor que se mantengan al margen. Ideal para gente abierta y atrevida a la hora de probar experiencias nuevas.
Fue una obra calificada como excesivamente agresiva, prohibida por diversas causas. En realidad, sexo explícito y sangre no se dan en muchas ocasiones. Lo que sí se da es un lenguaje explícito acompañado con situaciones duras y violentas desde el punto de vista de la dignidad humana, crueldad y psicología de las personas.
Puede resultar bastante desagradable y macabra en ocasiones.
Así es el Cine de Harmony Korine, un joven que tiene una peculiar visión de su país natal. Un país que, como todos sabemos, está sumido en una aureola de "prepotencia" tecnológica, pero que, muchas veces, no es capaz de ofrecer una educación adecuada. Así nos lo hace ver éste director, como ya he comentado anteriormente.
También cabe mencionar que Korine ha participado en otras tantas películas. Uno de los casos sería "Julien Donkey-Boy" (1999), una obra todavía menos conocida que "Gummo" por estas tierras, si cabe. Otro sería en la archiconocida, controvertida y genuina "Ken Park" (2002), ésta vez como guionista y, de nuevo, de la mano de Larry Clark. Ésta última resulta una obra que destaca por su dura crítica y transgresora imagen cuasi-pornográfica, pero que se queda en poca cosa.
En fin, el que esté dispuesto a probar una idea rara y novedosa en el mundo del Cine Independiente, podrá ver en esta película un filón interesante.
Las personas susceptibles mejor que miren hacia otro lado, odiarán este film.
Una cosa es cierta, a nadie dejará indiferente. Puede que la odies; a mí me pareció un proyecto interesante, sin llegar a gustarme con locura, pero que saca a relucir la capacidad y la maestría de un director único como pocos. Puede que no sea un genio, eso es cierto, pero siempre se agradecen estos soplos de aire fresco.
Es increíble lo que se puede ver en la pantalla... una desquiciante obra solamente apta para las mentes más atrevidas.Por cierto, comentar que ésta película es dificilísima de encontrar (quizás en el Emule...) quien la quiera ver que me la pida!

Os dejo una entrevista a Harmony Korine sobre Gummo . Que la disfruteis...



Fuente : El Club del Silencio