Marketing "Monstruoso"

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Marc Cebrián.



El director J. J. Abrams (M:i:III; Perdidos y Felicity entre otros) ha sabido dar bien el cante en las salas de exhibición de todo el mundo este 2008. Todo el marketing empezó con un pequeño trozo de trailer por Internet, que fue visto gracias al boca a boca por el impactó que fue dejando. Una cosa está clara, MONSTRUOSO ha dado qué hablar desde que nació en la red y hasta después de exhibida. La película se ha visto envuelta en múltiples comparaciones con la película Godzilla, aunque el plan es secuencial e incluso es grabado desde un punto de vista subjetivo de un personaje que interviene en la trama. New York se ve amenzada por una figura monstruosa que se pasea por las big streets sin remordimiento alguno machacando a muchos de los ciudadanos neoyorquinos. Pues bien, por fin, después de vista, se ha podido ver que no ha defraudado, han sido tantos sus incondicionales, que se podría ver claro dos bandas por parte de los espectadores: unos la aman, y otros se enseñan en las supuestas desperfecciones en la puesta en escena. No es una película discreta que pase por nuestros tickets de compra en cinesa sin pena ni gloria. La amas o no te acaba de convencer. Por la simplicidad de la trama, por la complejidad y la excitación de la postura de la cámara durante el film, o por su incógnito monstruo que no aparece hasta avanzados los negativos. El gustillo de ver el popular monstruo “poco conocido” llevó a muchísimos curiosos a las salas, pero hay que remarcar las medidas de seguridad que se llevaron a cabo durante el rodaje para que no se supiera nada acerca de él.
La película ha costado un pequeño coste para una producción tan post-exitosa, si con los 18 millones de dólares que contamos, podríamos afirmar que Spielberg no tendría ni para 10 minutos de cualquier proyecto suyo. Entre nuestros críticos importantes en prensa escrita y especializada en el mundo cinematográfico, encontramos a dos que no la han visto con malos ojos pero algo decepcionadillos se han quedado, es el caso de Nuria Vidal y Jesús Palacios.