Cosmocaixa

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Marc Cebrián.

El pasado Martes día 18 de Diciembre los alumnos del VILLAR hicimos una mini excursión al museo de la ciencia (entiéndase COSMO CAIXA).
La parte que era protagonista de la visita era la zona de SONIDO, evidentemente los del ciclo de sonido tenían una excusa mayor que la nuestra, pero hay que destacar que nosotros, los de PRODUCCIÓN también nos iba a ir bien seguir la exposición por la asignatura de Física y además porque dentro de no mucho, tocaremos el tema de la radio.
Muchos objetos que habían en este apartado consistían en cajas de cristal donde si apretabas un botón el sonido rebotaba a través de agua, tierra, madera... y dependiendo del objeto hacía un sonido u otro.
Hay diversas zonas distribuidas por los efectos tocados: estaba la zona del SONIDO, la zona de las LUCES, la CÍENTÍFICA, y por supuesto la del AGUA:
-Fue la ciencia más llamativa, seguramente la que no podemos ver cada día, y es que andar por un simulacro de bosque inundado (que intenta ser una pequeña y humilde copia de lo que sería el Amazonas) era espectacular, en él se podía observar un gracioso castor (que gracias a Custo y Aurora sabemos que es un Capivara). Entre otros "bichos" raros y propios del Amazonas encontrábamos peces carnívoros dentro de una gran pecera, tritones propios de las profundidades de los rios de BRAZIL, serpientes, etc.
Pero no todo lo interesante era lo internacional, además llamaba la atención el disecado Tritón Pirenaico (Euproctus asper, propio del Montseny), especie nacional, y que servía como ejemplo para explicar porque es tan importante proteger las especies en extención, la moraleja "resumida" podría ser que si las especies desaparecen de su ámbito natural, parte de esa ubicación de la que provienen también se va con ellos, y que si esto sigue más adelante nos encontraríamos en un mundo sin vegetación.
No todo el museo de la ciencia tocaba las luces y los colores más irreales, y no simplemente el reloj de la entrada se llevaba la curiosidad de muchos, algo realmente interesante y, alarmante,era el reloj que indicaba cuantas personas infectadas de SIDA se producían a cada minuto en el mundo entero.
El museo de la ciencia no es un sitio donde simplemente se pasa la tarde, también alerta mediante grandes ejemplos los trastornos que ha ido, sigue, y seguirá teniendo nuestro planeta.