Marc Cebrián.
Tras varias generaciones donde hemos podido ver de todo en la evolución del cine de terror (más sangre, más efectos especiales, más complejidad en argumentos...) jamás hemos visto a nadie que interpretase igual de bien que Curtis. Y es que la musa del terror de todos los tiempos supo borrar de su currículum la antecedencia de sus apellidos (hija de los actores: Janet Leigh-Tony Curtis).
Y es que ¿Quién diría que la que es hija de la mujer asesinada en Psicosis a golpe de cuchillo, sería la actriz más solicitada en las películas de grito cinematográfico? (Entiéndase de terror).
En su gran trayectoria cinematográfica vemos títulos de todos los géneros, pero jamás se quitó, ni le quitaron el de terror. Siempre había un hueco para ella.
Empezó su carrera apareciendo fugazmente en series de éxito como “Colombo”, “Los Ángeles de Charlie”, y llegó a ser la reina del baile en “Prom Night” y la actriz más solicitada por los directores de terror del momento, gracias al papel protagonista en “Halloween” de 1978 (J. Carpenter, un director imprescindible para el género).
-“La niebla”,”El tren del terror”, “Sanguinario”, “Prom Night”…
Además hizo otros papeles con los que le aseguraron el éxito durante mucho tiempo, se metió a la gente seguidora de las películas “boom” de la comedia de los ’90 en el bolsillo, y vio como le llovían muy buenas críticas, incluso como le pusieron una estrella en el paseo de L.A.
En los ’90 la vimos interpretando “Mentiras Arriesgadas”, junto con A. Schwarzenegger, donde hacía de esposa despechada por engaños múltiples de su pareja.
A día de hoy sobre esta gran actriz hemos visto, como últimas noticias, que se retiraba debido a la mala aceptación que lleva Hollywood al ver que las mujeres también cumplen años y llegan a la madurez. Harta de sentirse despreciada dijo lo siguiente:
''Siempre quise abandonar con dignidad mi carrera, y ahora ha llegado el momento oportuno. Tengo 46 años y mi cuerpo ha cambiado''
''Vivo en una sociedad en la que ¿no se puede envejecer? No puede ser. Yo no temos a hacerme vieja, porque he aprendido a aceptarme tal y como soy...”
