Marc Cebrián
Estamos en esa era donde nos replanteamos si las segundas partes hacen falta o simplemente… sobran. Repasando aquellas secuelas que nunca pasan de moda, podemos recordar “Alien” donde vemos que la segunda parte jamás superó a la primera, aunque supo tener éxito entre sus seguidores. Aunque James Cameron, no se quiso conformar con las malas críticas, aprendió y supo superar la segunda parte de “Terminator” donde Sarah O’Connor remarcó la fortaleza que tiene la mujer hacia la supervivencia (Es importante reconocer que Cameron ha hecho a la mujer la más fuerte de todas sus películas, la única capaz de tener el ansia de sobrevivir a toda costa de cualquiera fenómeno paranormal, Jamie Lee Curtis en “Mentiras Arriesgadas”, Sigorney Weaver en “Aliens: el regreso”, Linda Hamilton en “Terminator 2” ). Su vida ha sido como una montaña rusa, porque supo saborear estupendamente el fracaso que suposo “Piraña 2”.
Con el “Padrino” también supieron seguir el buen camino, porque según gustos los colores, pero la segunda parte me consta que se llevó más aplausos que la primera parte, y eso que fue todo un boom. Un hecho justificante fue que en la segunda parte De Niro estuvo nominado como protagonista al Oscar.
Pero no todo han sido aplausos,¿alguien recuerda el patinazo de Ridley Scout sustituyendo a la ingenua Agente Clarice/Jodie Foster por la escotada y malhumorada Julianne Moore? Un fallo imperdonable por todos sus seguidores.
De otras películas comerciales como las de terror (slashers) no ha importado hacer las segundas partes: Sanguinario (Halloween II), Scream, Se lo que hicisteis, Pesadilla en Elm Street… Aunque al público no le importó pagar por ver el nuevo “invento que regresaba” jamás las partes posteriores vencieron a la primera y original parte. Vale la pena ver la demostración.
Para los más “dulces” de la clase, podemos también basarnos en las películas de Disney, donde Tod y Toby 2, El rey León 2, Aladín 2, La sirenita ( y no se que le sigue), Tarzan 2, Casper 2, Fantasía 2001, La vuelta del cerdito valiente… Fueron asquerosamente comerciales, y horriblemente malas, los productores sólo buscaban engordarse de dinero a partir de una idea que triunfó por su espontaneidad gracias a los más peques de las casas.
También voy a pasar por las películas más comerciales las que necesitaban partes posteriores para ser entendidas: El señor de los Anillos, Spiderman (aunque no era necesario), H.Potter, X-MEN…
Pero estaréis de acuerdo conmigo si digo que a David Koepp y Michael Crichton les debería haber salido un zarpullido por hacer que el dinosaurio más popular del cine (Tyranosaurus Rex) llegará a Nueva York en la segunda parte de Jurassic Park de la mano de Jeff Goldbum... en fin imposible sería afirmar que nadie se atragantó con las palomitas cuando se ve al pillo de Rex paseando por la gran manzana como si nada...
Jeff Goldbum sabe precisamente lo que es una segunda espina en sus espaldas, y esque no se arrepintió de no actuar en la segunda película de “La Mosca”, que por no ser no fue ni comercial.
