Marc Cebrian.
El más escándalo asunto de la vida rosa de Ana Obregón ha dado su fruto ésta semana, cuando unas grabaciones han dado luz en la revista Interviú, sobre una supuesta paliza hacia el presentador Jaime Cantizano.
La revista que se pública todos los lunes, se hacía eco de una conversación “supuesta” entre Ana Obregón y su guardaespaldas Eloy Sánchez Barba, después de que se le involucre al hombre de confianza de la bióloga en la muerte de un hombre. Así pues, el que fuera sospechoso se le hizo un seguimiento pinchándole el teléfono y grabando todas sus conversaciones.
El enfado proviene de cuando el espacio de Cantizano por las tardes, “jugó” con emitir o no, al hijo de ésta enseñando el culo a los fotógrafos. A lo que la eterna famosa se cogió una rabieta que es de entender, pero que pierde el sentido en el momento en que amenaza con meter de por medio al presentador en un caso oscuro con los “Miami”, un grupo de personas que se encuentran en el mundo de la noche madrileña y se encargan de temas oscuros.
La justificación que ha tomado por su enfado, sin llegar a entenderse a ella misma, es que la gente debería ponerse en su lugar entiendo que una madre siente dolor cuando su hijo está de por medio en los medios de comunicación, y más en una situación en la que hacía el ridículo. Pero Antoñita la Fantástica pierde el norte, si no lo había perdido ya, cuando a su hombre de confianza lo llama “a breve”, tiene su lógica, para que se ocupe de darle una paliza al presentador del espacio En Antena, ya desaparecido de la parrilla.
El pasado jueves, han salido declaraciones de la protagonista del tema. En todo momento, ha intentado “torear” el tema de la amenaza, y del vínculo que desconocemos que tiene con la banda peligrosa, pidiendo la comprensión sobre su enfado y dolor.
Por otra parte, Jaime, ha decidido no utilizar el espacio que presenta durante las noches de todos los viernes para responder, ni aclarar, ni decir nada, porque quiere mantenerse al margen, y mostrando la elegancia, puesto que lo fácil en su caso era despotricar sobre el asunto, porque la víctima no es Anita García Obregón, sino Jaime Cantizano a quien le vino la policía un buen día a su casa, comunicándole que le querían pegar una paliza…
La vida de presentadora se ha vuelto en una máquina regeneradora de mierda en los medios de comunicación, puesto que semana tras semana decide subirse al escándalo haciendo bandera de su poca cordura y de lo lejos que se encuentra de lo que un día se creyó ser… Una estrella.
