Marc Cebrian.
La semana pasada, uno de los grandes proyectos de Pedro Almodóvar, cumplía 20 años de triunfos nacionales e internacionales. Y es que la película que ha estado considerada como una de las obras más representativas nacionales, levantó una oleada de admiración hacia todas aquellas mujeres que sufrían por culpa de los hombres.
La película no deja de transmitir como las mujeres rozan y traspasan los límites de la histeria por diferentes motivos. Y es que llega un momento en que todas se reúnen en el piso de Pepa para exponer sus problemas: un grupo chiíta ha abusado de una de ellas, otra es ignorada por su futuro marido, una sufre desamor por un Don Juan, otra vive engañada, … Todos los problemas acabaran ahogados en un pozo de gazpacho casero mientras cada una, hablando en silencio, buscan una solución para no dañarse por los hombres.
Esta película ha pasado fronteras y creó tendencia, las mujeres histéricas también se merecían un reconocido lugar en las grandes pantallas, y un reconocido lugar socialmente, puesto que todavía sigue vigente la lucha de la valentía en el mercado laboral de la mujer. Y la película rompía todos los esquemas mostrando a la mujer deshaciéndose de la dependencia del hombre. Con la película surgieron, definitivamente, una lista de musas Almodóvar. Una etiqueta que llevarían a muchas de ellas a fiestas de Hollywood, a casa de Jane Fonda, charlas con Cher, encuentros con Jack Nicholson, incluso “intentos de seducir” a George Cloney, las chicas Almodóvar podían con todo… Y Con todos.
